Uno de los “eye-openers” más importantes que tuve al momento de emprender (y dejar la carrera corporativa) tiene que ver con entender que el trabajo, las tareas, las gestiones el día a día…tiene que ser hecho por alguien, especialmente los trabajos asociados a VENTAS. Y ese alguien eres TU.
El tema es que cuando ese alguien no es el emprendedor…entonces, quién es? Fundadores fantasean con una persona que salga a vender su producto/servicio y se rehúsan a salir de su zona de confort.
Malas noticias: Tú eres tu mejor vendedor.
El arte de la venta es totalmente aprendible. No es fácil pero tampoco es ciencia nuclear. Requiere básicamente de persistencia. En este blog, en otros blogs, libros, audiolibros, cursos, nos enseñan a vender. Pero realmente, ese “alguien” que tiene que hacer la venta, finalmente deberías ser tú, el dueño de tu negocio.
Existen un par de otras alternativas viables, pero poco probables: Yo pongo el producto, tú pones los clientes, él pone la administración y PAF! tenemos una empresa. En el papel suena bien, pero muy probablemente esto no funciona. No digo que nunca…pero es poco probable.
En el caso anterior, adivinen quién es el que generalmente falla…exacto, VENTAS.
Y de cualquier forma, al final, lo más sano es CREAR TU PROPIA BASE DE CLIENTES. Y eso..tienes que hacerlo tú, o tu socio.
Por último, yo opino que no hay un atajo en este punto. La respuesta tiene que ver con la perseverancia, creación de cultura organizacional, hábitos, foco en ventas, día tras día, mes tras mes, hasta haber abarcado cientos o miles de prospectos. Y ese trabajo, en la mayoría de los casos, debe partir y/o ser supervisado por los fundadores.
Cuando la empresa ya tiene flujos estables es otra historia…ya se puede delegar, pero ese capítulo no es parte de este post.
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Mi Audiolibro recomendado para este capítulo:
Brian Tracy will help you master the art of closing the deal….
